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La empresa menorquina Somni Project ha creado una trampa para insectos fabricada con impresión 3D que es completamente biodegradable
El emprendedor menorquín Iker Martínez Eceolaza ha creado Imago, un innovador producto para el control de plagas. Se trata de una trampa para insectos fabricada con impresoras 3D que es completamente biodegradable. Este proyecto se ha gestado en el CentreBit Menorca, donde está alojada la empresa Somni Project fundada en 2016 por este emprendedor, que acaba de presentarse oficialmente en la Isla.
El pasado fin de semana se colocaron las 50 primeras trampas en una prueba piloto en la finca pública de Alforí de Dalt, dentro de un programa piloto del Consell Insular de Menorca gestionado por la Reserva de la Biosfera.
Fabricada con ácido poliláctico (PLA), un polímero biodegradable obtenido a partir de almidón de maíz, caña de azúcar o de otros vegetales, Imago es una trampa biodegradable de bajo impacto visual, diseñada específicamente para el muestreo y la captura masiva de insectos mediante feromonas femeninas, válida para unas 140 especies de insectos.
Puede emplearse para diferentes plagas, en principio la más conocida es la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), una especie de lepidóptero defoliador que está causando estragos en Baleares, pero también puede ser usada para otras como la lagarta peluda (Lymantria dispar), la polilla del tomate (Tuta Absoluta), la polilla del racimo (Lobesia botrana) o el minador de la palmera, por lo que puede ser de gran utilidad en los sectores agrícola y forestal.
«En el supuesto de que se rompa, al quedar en la tierra, se descompone totalmente con el tiempo, sin afectar al medio ambiente”
“La idea inicial de Imago surgió de darle una vuelta a las trampas de la procesionaria del pino que, generalmente, siempre han sido una caja negra con unas bolsas de plástico”, explica Martínez. “Pensé cómo mejorarlas porque presentan muchos problemas, como la generación de residuos o el impacto visual. Este producto es completamente reciclable, biodegradable y compostable. En el supuesto de que se rompa, al quedar en la tierra, se descompone totalmente con el tiempo, sin afectar al medio ambiente”.
“Para el diseño, continúa explicando Martinez, me basé en dos ideas menorquinas, una es la trampa de langostas que tradicionalmente se emplea en la Isla y la otra tiene que ver con la arquitectura, concretamente con los arcos del Barrio de Ses Voltes de Ciudadela. La trampa copia este arte de pesca tradicional, el sistema es el mismo; cuenta con una cuerda para coger la trampa, un receptáculo y un cono que favorece que la presa entre y ya no pueda salir. Es el mismo concepto, pero aplicado a los insectos».
“En cuanto a la segunda idea, es un guiño a mis orígenes, soy de Ciudadela y las entradas de las trampas recuerdan a los arcos de Ses Voltes”. El producto ya está patentado, hace un mes que le han concedido el certificado del diseño de la trampa y de la marca comercial Imago. Para el nombre ha jugado con dos de las acepciones de esta palabra, una hace referencia a la entomología -Imago es el último estadio del desarrollo de un insecto- y la otra está relacionada con la imaginación.
«Se diseña en colores variados dependiendo de la especie que se quiere capturar, ya que se ha comprobado que se aumenta su efectividad «
Las trampas se fabrican en varios colores para mostrar que el producto se puede personalizar bajo demanda. “La impresión 3D nos da mucha flexibilidad y dependiendo de la especie que queramos capturar le podemos dar unos parámetros específicos para aumentar su efectividad. Hay insectos que se sienten atraídos por el amarillo, como sería el caso de la mosca de la fruta, y solo cambiando el color se incrementa su eficacia”, señala Martínez. “Nos hemos asesorado con una empresa catalana especializada en el control de plagas que nos ha ayudado con las características que tienen que tener las trampas”.
Tras la prueba piloto, que ya ha comenzado en Menorca, la empresa tiene previsto dar el salto a Mallorca e Ibiza el próximo año y, posteriormente, a Cataluña, Valencia y todo el arco mediterráneo, sin olvidar su venta a través de comercio electrónico para dar cobertura global.
Para el desarrollo de este producto Martínez destaca el apoyo recibido por el equipo técnico del Programa EmprenBit, que le ha ayudado tanto en el diseño como en la validación del modelo de negocio, «haciendo posible que este proyecto pase de ser una teoría a convertirse en realidad”.
La impresión 3D también tiene mucho que ver con el concepto de economía circular», subraya, «como ingeniero y diseñador tengo el deber moral de que el producto que fabrico no perjudique al medio ambiente y que la materia prima retorne al sistema productivo. En el caso de la trampa, si rompe o es defectuosa, puede volver en forma de material reciclado para hacer otra nueva». En línea con la sostenibilidad del producto, Imago no contiene partes metálicas ni derivados del petróleo, sólo materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Está diseñada específicamente para el muestreo y la captura masiva de insectos mediante feromonas que actúan para atraer a los machos de una determinada especie y evitar la fecundación de las hembras, controlando la población de insectos.
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