Expertos vinculan el calentamiento generalizado y sus consecuencias en caudales, estancamientos etc. a la pervivencia de numerosas especies
Noel Castro / Madrid (EFEverde).-
El aumento de temperaturas en las ultimas décadas en la Península Ibérica coincide con un incremento de plagas, especialmente de insectos como el mosquito, la mosca, la cucaracha o la avispa, cuyo desarrollo «favorece» el calor, coinciden varios expertos consultados por EFEverde.
Las modificaciones en los ecosistemas, derivadas del cambio climático, facilitan también que especies exóticas invasoras como el mosquito tigre o la avispa asiática, que antes fracasaban en adaptarse al clima local o a determinadas áreas de su territorio, ahora logren hacerlo.
Además, el calentamiento propicia temperaturas invernales más suaves en la Península, las cuales disminuyen la tasa de mortalidad de insectos y permiten “que salgan hacia adelante”, ha señalado a EFEverde la vocal de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), Marta Naya y experta en la plaga de la mosca negra.
Calor y plagas
Este insecto, detectado recientemente al este de Madrid, tiene su hábitat natural en las fuentes de agua corriente de alta montaña, especialmente en la zona del Ebro.
Sin embargo, el paulatino “saneamiento de los ríos” ha permitido que el insecto “colonice desde la zona alta del cauce hacia aguas más bajas”, ha explicado Naya.
Además, este insecto de picadura “muy dolorosa” se beneficia de un menor caudal en los ríos, que propicia el desarrollo de unas algas, los macrófitos, sobre los que cría.
Este verano, la subida de valores combinada con las lluvias primaverales han supuesto el “caldo de cultivo perfecto” para la proliferación de cucarachas o mosquitos, según el vocal de ANECPLA Carlos García.
Las cucarachas, con especies invasoras como la ‘supercucaracha’ americana -“periplaneta americana”-, “llegan en ciclos recurrentes de abundancia” que “serán cada vez más frecuentes” debido al cambio climático.
Por su parte, los mosquitos necesitan de agua estancada para criar, siendo una “charca de medio centímetro de agua” suficiente para la cría de ejemplares como el mosquito tigre, vector de enfermedades como el dengue o el zika y que se ha vuelto a apreciar en España en los últimos años, alertaba ANECPLA a principios del verano.
Exóticas invasoras
La llegada de especies exóticas, que entran por “múltiples vías” en España, supone también un “enorme riesgo” a la extensión de enfermedades como la malaria, la fiebre del Valle del Rif o el congo crimea, que se cobró la vida de un hombre en Ávila por una picadura de garrapata, recuerda a EFEverde el responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción Javier Andaluz.
Se trata de dolencias que se daban en lugares como el continente africano pero no se estaban observando en España, según el activista que considera que la primera medida a tomar es “reducir las emisiones”.
“Hasta que el clima vuelva a entrar en un período de estabilidad, es difícil evitar determinados cambios en los ecosistemas”, ha explicado.
Más adelante, se podrían aplicar medidas de “erradicación pasiva” como la esterilización, si bien “cada especie requiere un estudio y un seguimiento y no se deberían aplicar medidas generales que a lo mejor no son válidas”.
En este sentido, el portavoz de agricultura de Greenpeace, Luís Ferreirim, recuerda los peligros de emplear pesticidas indiscriminados que “merman la biodiversidad” y “pueden hacer más resistentes a las plagas”.
Ferreirim señala la “gran dificultad” de erradicar a las exóticas cuando se han instalado, ya que eso significa que “han encontrado unas condiciones favorables” y “carecen de depredadores”.
Desde ANECPLA han insistido además en la importancia de la divulgación acerca de la protección frente a plagas, así como la importancia de recurrir a profesionales para deshacerse de ellas.
FUENTE: efeverde.com